Colesterol y las dichosas estatinas. ¡La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad!

Colesterol y las dichosas estatinas. ¡La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad!

Ayer por la mañana, una amiga y estudiante de medicina, me mandó un whatsApp diciéndome, indignada, que en el programa de la primera- el Mariló Montero y el médico que da consejos sobre cómo cuidar de nuestra salud, adelgazar, etc.- han entrevistado a una cardióloga de no sé qué hospital y decía que las estatinas- los fármacos para el colesterol alto- es lo mejor que hay en el mundo… Que son fundamentales y beneficiosas para todos los pacientes con riesgo cardiovascular… Por la tarde, cuando hablo con mi madre, me vuelve a hablar del programa así que, dado que lo que decía esta médico es lo opuesto a lo que la evidencia científica dice, a día de hoy, he decidido escribir este post.
Todo el problema del colesterol empezó en los años 60 en Estados Unidos, en una ciudad industrial de Massachusetts, llamada Framingham. Como esta ciudad se caracteriza por tener una población muy estable- no hay emigraciones, ni inmigraciones prácticamente-, es ideal para estudios epidemiológicos y de estilo de vida, así que, en los años 50, un grupo de investigadores comenzó el llamado Estudio Cardíaco Framingham– que sigue activo hoy día- donde se observan aspectos de la dieta y del estilo de vida de sus ciudadanos y se formulan hipótesis sobre salud- por ejemplo, En framingham se ha visto que los que fuman tienen más cáncer de pulmón que los que no, ¿será que el tabaco produce cáncer, ¡investiguémoslo!-
Este tipo de estudios observacionales sirven para hallar correlaciones- los que fuman tienen más cáncer- ¡pero no relaciones causales! del tipo, el tabaco es el responsable del cáncer-. Para demostrar si X es la causa de Y tenemos que hacer estudios de intervención, donde controlemos todas las variables en dos grupos, cuya única diferencia sea la presencia o no del factor que queremos estudiar- Dos grupos casi de “gemelos”, en los que uno fuma y el otro no, por ejemplo. Como todo es igual en ambos grupos, menos la presencia del tabaco, si un grupo hace más cáncer, lo más probable es que esté en relación con el tabaco.
En cuanto al problema del colesterol, en 1961, el Dr. Dawber, fundador del Estudio Framingham, en su afán de publicar, dijo que se había observado en Framingham que las personas que tenían el colesterol por encima de 260 mg/dl tenían 5 veces más probabilidad de sufrir un infarto que los que lo tenían por debajo de 200 mg/dl. Esta correlación– relación entre dos variables que no tienen por qué implicar causalidad– fue recibida con mucha alegría por la industria farmacéutica que, en vez de hacer ensayos clínicos u otros estudios de intervención para demostrar la causalidad y veracidad de esa correlación, en seguida empezó a buscar fármacos que bajaran el colesterol sanguíneo. Primero apareció la colestiramina que obtuvo buenas ventas, a pesar de que los estudios que se hicieron para demostrar su utilidad en reducir el colesterol y prevenir la enfermedad cardíaca demostraron que los que la tomaran ¡durante 10 años! podían reducir su riesgo de infarto en tan sólo un 0,2% frente a los que no la tomaran. Lo que quiere decir esto, en términos comprensibles por todos es que, si cogemos a 1000 personas con riesgo cardíaco y le damos durante 10 años este fármaco, sólamente 2 de esos 1000 puede que se beneficien de tomarlo en cuanto a no tener 1 infarto, frente a los 1000 que no lo toman, de tal manera que los otros 998, les dará, o no, el infarto igualmente, ¡aunque tomen la pastillita!. Todo esto sin tener en cuenta los efectos secundarios que puede dar el fármaco, es decir, puede que no sólo no te protega del infarto- lo que les ocurre a más de 9 de cada 10 que lo toman- sino que te produzca una insuficiencia renal, trastornos electrolíticos o cualquier efecto adverso.
Estos resultados que, desde el punto de vista científico y del sentido común, no tienen utilidad en la vida real, fueron muy bien recibidos por ciertos investigadores, como el Dr. Rifkind que dijo que: “los beneficios podrían y deberían ser extendidos a todos los que tenían el colesterol elevado moderadamente”. Así que, la industria farmacéutica siguió buscando moléculas para reducir el colesterol en sangre, aunque no se sabía si era el causante de las enfermedades cardíacas- de hecho, ¡hoy día sabemos que no es el actor principal del proceso!-, y así surgieron las llamadas estatinas, el fármaco más vendido para este fin.
Aunque las estatinas son ampliamente utilizadas y se ingresan miles de millones de anuales por sus ventas, no se ha demostrado que sean eficaces para prevenir los infartos de miocardio y aumentar la supervivencia de las personas que las toman respecto a los que no. Lo que sí se sabe es que producen rotura del músculo esquelético (rabdomiólisis) en mayor o menor grado, que puede ser, desde asintomática, hasta llevar a la muerte (hace unos años fue retirado del mercado uno de ellos, de la compañía Bayer porque se calcula que produjo más de seiscientas muertes), pueden producir diabetes de nueva aparición, sobre todo a dosis elevadas.

Con los datos del metaanálisis publicado en 2011 en British Medical Journal podemos deducir que haría falta tratar a más de 400 pacientes con alguno de estos fármacos para evitar 1 sólo episodio de enfermedad cardiovascular (lo que en términos de metodología científica es absurdo y poco admisible como para recomendar el tratamiento, ya que de cada 400 que lo toman, 399 no tienen ningún beneficio y pueden tener efectos secundarios y, sólo 1 se beneficiará, sutilmente), mientras que con cambios en la dieta (dieta baja en hidratos de carbono) y con algo de ejercicio moderado podemos conseguir muchos mejores resultados. Además, su uso en pacientes con bajo riesgo cardiovascular es peligroso y tiene mayor riesgo que no darlas.
Aunque las estimaciones del National Health Service (NHS)- el sistema nacional de salud de Inglaterra- son algo más optimista que las del metaanálisis comentado anteriormente, tampoco son significativas desde el punto de vista clínico ya que, según el NHS, sólamente 5 de cada 100 pacientes podrían beneficiarse de su uso.

En el lado oscuro de este asunto, hay algunos médicos forofos de este tipo de fármacos- supongo que porque cobran de las farmacéuticas- que dice que: “¡Hay que darle estatinas a todo las personas a partir de los 50 años, aunque estén sanos, ya que no tienen efectos secundarios!”, tal y como denuncia esta semana el BMJ. Pero, si revisamos los estudios de tomadores habituales de estatinas, veremos que entre el 25 y el 60% de los pacientes refieren tener molestias musculares, dolores o calambres y un 30% abandonan el tratamiento como consecuencia de estos efectos adversos.

Por último, dos cosas más:

– Otro articulo publicado este mes en PlosOne, que ha analizado tanto los datos de los estudios de estatinas en tromboembolismo venoso que publicaron los laboratorios (solo publicaron los que les beneficiaban), como los que no publicaron (porque no favorecían sus intereses), demuestra que:”las estatinas tampoco son útiles para prevenir los tromboembolismos venosos).

– Casi el 50% de los infartos de miocardio se dan en pacientes que no tienen el colesterol elevado, entonces, ¿para qué sirve este tratamiento?

Con todo esto, no quiero decirle que no las tome o deje de tomarlas, pero como pacientes debemos estar informados de forma clara y sencilla- En más del 95% de los pacientes que las toman no producen ningún beneficio y sí pueden generar efectos adversos, a veces, graves o, incluso, la muerte-. Y, como médicos debemos de dar este tipo de información de forma que el paciente la comprenda.
Y después de todo esto, ¡qué cada uno haga de su capa un sayo!

Pd: La semana que viene hablaremos de los estudios que demuestran que el colesterol no es el causante principal de los infartos y las enfermedades cardiovasculares, de cómo una dieta baja en hidratos de carbono mejora el perfil lipídico y previene este tipo de enfermedades y de por qué la ingesta de glucosa nos aumenta el colesterol sanguíneo.

9 comentarios en “Colesterol y las dichosas estatinas. ¡La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad!

  1. En mi opinión con el tema de las estatinas, como con todo, es que se abusa de la indicación y se pretende meterlas hasta en el agua potable para que las consuma todo el mundo. Reducen el colesterol: sí… ¿y qué? xD Para un grupo muy selecto de pacientes las estatinas son beneficiosas, pero para el resto es más el perjuicio potencial que el beneficio real. Por poner un par de ejemplos: En el estudio JUPITER de la Rosuvastatina (la "creme de la creme" de las estatinas) se puso de manifiesto un aumento del 27% de diabetes mellitus en el grupo que recibió la estatina respecto del grupo placebo. Por mencionar otro efecto adverso que Álvaro no ha comentado en el post, existen unos cuantos estudios piloto que advierten que las estatinas podrían afectar a la capacidad cognitiva de los pacientes, sobre todo de aquellos pacientes con enfermedad neurológica de base. En fin, que como todo en medicina las estatinas deben usarse cuando deben usarse (igual que uno no se deja quitar el apéndice "por si un día le da una apendicitis"), teniendo muy presente que como bien advierte Álvaro el que las consume asume un riesgo que muchas veces podría evitarse con medidas no farmacológicas (aunque vivimos en la sociedad que prefiere la pastilla al "terrible esfuerzo" de vivir una vida sana). Un saludo!! Y ánimo con el blog!! 😉

  2. Hola Alvaro, me gusta mucho tu Blog y tu punto de vista en lo que se refiere al mundo de la medicina, ojala más médicos pensaran como tu.
    Tengo consulta de dietética y muchos de mis clientes tienen el colesterol alto, acuden a su medico de cabecera que cuando ven los análisis se limitan a recetar los fármacos correspondientes y darles una hojita estandar de una dieta hipocalorica en el mejor de los casos.
    No se molestan mucho en explicarles que su problema suele solucionarse con unos hábitos alimentarios más sanos(a excepción de la hipercolesterolemia de tipo endogeno).
    Mike MC tiene toda la razón en lo de la sociedad de la pastilla ¿o acaso no prefiere mucha gente unos sobres farmacológicos a un trozo de pollo o pescado para adelgazar?
    Un saludo de una fan.

    • Muchas gracias, Montse por tu aportación, sin duda tienes razón en lo que dices!! A los médicos, entre la facultad (¡el origen del mal!) y los laboratorios, nos volvemos o gilipollas o mercenarios y sólo recetamos y recetamos (muchas veces por un incentivo económico detrás: viajes, regalos, comidas, bolis…) sin plantearnos:
      1º.- Esto qué voy a recetar, ¿Hay estudios que demuestren su utilidad?
      2º.- ¿Será beneficioso para este paciente en particular? o lo que es lo mismo: SI ESTE PACIENTE FUERA MI PADRE/MADRE, ¿SE LO DARÍA?
      3º.- ¿Hay algo más útil, sencillo y con mejor beneficio/riesgo que pueda recomendarle?

      Pero claro, para hacer todo esto tenemos que tener interés por lo que hacemos, estudiar, tener la mente abierta, reconocer los fallos, tener pasión y vocación… Lo que escasea bastante por este mundillo de la medicina, LAMENTABLEMENTE!!

      Espero que, entre todos contribuyamos a cambiar la cosa!!

      Me alegra que ayudes, en lo posible, a tus pacientes mediante la alimentación que, al final es la forma más sencilla, efectiva y fisiológica de contribuir a la salud y reducir el riesgo de enfermar. Y, si ya tenemos enfermedades, es un poderoso aliado para revertirlas o, en el peor de los casos, mejorarlas y mejorar nuestra calidad de vida.

      Me encanta que te encante el blog, voy a intentar hacer, al menos 3-4 posts por semana, para darle fluidez a la cosa y que sea interesante y útil para la gente!! SE ADMITEN SUGERENCIAS, APORTACIONES O LO QUE SEA!

      Miguel y tú tenéis toda la razón en lo de la sociedad de la pastilla.

      Un abrazo fuerte!!

      Seguimos en Contacto!!

      Álvaro

  3. Jo, cuanto se aprende!!!
    Puedo afirmar que tengo la suerte de tener un médico de cabecera con cabeza, es muy reacio a recetar porque sí. Hace un año, en la analítica el colesterol lo tenía alto….bastante. Le comenté al doctor si no era conveniente medicarme, y me contestó que el colesterol se controla con la alimentación….y me mandó de paseo. Como también pesaba unos 15-20 kgs de mas, me puse hacer la dieta Dukan, con dos bemoles, por mi cuenta, y….tatachaaaan, en 4 meses el colesterol se puso la mar de majo. En cambio, a una amiga mía, de la misma edad y mas delgada que yo, una chica sanisima que ni tan solo fuma, por un colesterol parecido al mio, le dijo el médico que poco menos se va a morir y le recetó le pastillita. Pues al cabo de una año rasulta que tmb tiene diabetes, no se de que tipo, pues ella no vive en España y NADIE le habló de alguna dieta, así que se infla a pan y pastas. No se yo si todo esto es consecuencia de la medicación o tiene diabetes por la edad, pero al leer el escrito de Alvaro, me dio por pensar, porque mi amiga vive en Rumanía donde la teoría es que en los casos de colesterol alto, no hay que comer carne, ni grasas ni nada de esto, pero sí, mucha fruta y HDC.

  4. Genial aportación, Cezarina!! Me alegro que tengas un medico que todavía cree en la medicina como algo que ayuda a restablecer la fisiología mediante la dieta, ejercicio y hábitos saludables y se reserva las pastillas para situaciones concretas!! Me encanta que te hayas regulado el colesterol simplemente haciendo una dieta sana, como lo es la Dukan!! Que es lo que hay que hacer, lo que dice la fisiología y los estudios clínicos que están publicados desde hace anos (a finales de esta semana, pondré el post que dije sobre el colesterol, que lo sube y por que…)

    En cuanto a tu amiga, la verdad que lo siento porque con esa dieta rica en hidratos, no solo no le va a bajar, sino que:
    – A igualdad de cifras de colesterol malo (LDLc), el que lleva una dieta rica en hidratos tiene mas riesgo cardiovascular por la razón de que las partículas de este colesterol son mas densas y se pegan mas en los vasos sanguíneos que las que se forman cuando llevas una dieta baja en hidratos!!

    – Las dietas ricas en hidratos contribuyen al acumulo de grasa en el hígado (esteatosis hepática), que a la larga puede dar cirrosis y cancer de hígado.

    – Los triglicéridos también suben con las dietas ricas en hidratos.

    Pero por desgracia, la sociedad esta montada para vender pastillas, trasformarnos en enfermos crónicos y que llevemos y gastemos en cada tratamiento, una media de 15-20 anos, asi se forran algunos a costa de nuestra salud.

    Un abrazo fuerte y gracias por colaborar en el blog!!

    Alvaro

    • Álvaro,
      He conocido tu blog gracias al chivatazo de un amigo.
      También soy médico, de familia en este caso. Después de haber estado trabajando en temas de lípidos (trabajo en laboratorio experimental primero y luego en ensayos clínicos fase III y IV) en los que la teoría lipídica de las enfermedades cardiovasculares no se cuestionaba ni por asomo, ahora soy un apóstata en toda regla y albergo cada día más dudas sobre este totem sagrado en que se ha convertido "el colesterol", sus posibles repercusiones sobre la salud y los fármacos que prometen en vano una salvación irreal.
      Dicho ésto, los datos que has aportado en esta y otras muchas entradas son muy certeros, y apuntan todos en la misma dirección. Comparto mucho de lo que dices y creo que son fieles a lo que en la literatura médica podemos encontrar.
      Sin embargo, creo advertir que intentas aprovechar para desviar nuestra atención hacia un terreno, el tratamiento dietético, donde 1) no siempre las evidencias (a favor o en contra de un tipo u otro de dieta) no son tan sólidas o consistentes, y 2) (para mí más importante aún que lo primero) viene a ser "el mismo perro con distinto collar".
      Me explico sobre lo segundo, un poco, si me lo permites: no me vale desvestir a un santo para vestir a otro, si al final dicho traje es como el del emperador, que no existe en realidad. No me vale desmontar la teoría de que las estatinas no son en realidad tan útiles y que más bien pueden ser perjudiciales si luego no vas al fondo del problema y con ello lo que buscas es desviar la atención hacia la dieta como solución a un problema que, en definitiva, no existe (al menos en la dimensión en que nos quieren hacer ver). Como bien apuntas, tener el colesterol más alto o más bajo no es el problema (o al menos solo es una parte del problema), como tampoco lo es el síndrome metabólico (otra teoría un tanto equívoca), como tampoco lo son los reyes del mambo, los "factores de riesgo cardiovascular". Hay muchos y muchos problemas que son los que ocasionan que una persona tenga malos hábitos de vida, y que son los verdaderas causantes de las enfermedades (http://duenodemisalud.wordpress.com/2011/03/07/las_causas_de_las_causas_y_la_falacia_de_la_muerte_burlad/), y prestamos poca o nula atención a ellos, por ejemplo.
      Creo que sigue siendo un error cambiar el foco del universo "colesterol-estatinas" a otro de "síndrome metabólico-dietas". Hacerlo no es más que seguir medicalizando y martirizando a la gente con intervencionismos médicos reduccionistas en problemas complejos donde intervienen muchos más factores y condiciones de vida de los que podamos llegar a conocer jamás.
      Es solo un pequeño apunte que no quiero distorsione la idea principal, y es que creo que hacen falta más voces que, como la tuya, apunten a una relectura crítica de la conveniencia de seguir regidos por el imperio de las estatinas en el que vivimos.
      Un abrazo,

    • Muy buenas, Enrique!!

      Muchas gracias por el comentario, ME HA ENCANTADO Y ME HA ENCANTADO TU BLOG Y LA INICIATIVA QUE LLEVAIS PARA DELANTE…!! Para cualquier cosa, ayuda o lo que sea, DIMELO!!

      Me gusta mucho el enfoque que le dais al tema biosocial de los pacientes y no sólo el tema de tratar el aspecto meramente fisiológico…

      Voy a recomendar vuestro blog e iniciativa entre mis pacientes y compañeros, a ver si, entre todos y, poco a poco, conseguimos un cambio radical de mentalidad, QUE BUENA FALTA NOS HACE!!

      Un abrazo fuerte y seguimos en contacto!!

  5. Hola Alvaro, me llamo Guillermo, acabo de descubrir tu blog, me encanta, estoy aprendiendo mucho y leyéndome todas las entradas desde el principio, felicidades por tu trabajo!!!

    Es difícil encontrar médicos que piensen como tú y que se atrevan a decir lo que piensan en público, al menos yo no los concocí hasta la fecha y tengo 42 años.

    Respecto al colesterol desde pequeño, se me diagnosticó y etiquetó como hereditario, he convivido con médicos, dietas y estatinas por muchos años, sin resultados apreciables hasta hace un par de años que decidí dejar de medicarme, tomé conciencia de mi salud y comencé a practicar ejercicio moderado, caminar y nadar y comencé a aplicar lo que en principio creía que era una dieta saludable, aumentar consumo de fruta, verdura y pescado y reducir consumo de azucar, pan, arroz y carnes rojas. Comer menos cantidad y con menos ansiedad y sólo por nutrirme.

    Con todo eso mis niveles de colesterol se normalizaron progresivamente por primera vez en mi vida, y durante este proceso he perdido 30 kilos, me siento mejor y pienso que la solución a muchos de nuestros problemas de salud, en la mayoría de las ocasiones, no está en la pastillita milagrosa sino en cosas tan simples como unos correctos hábitos saludables.

    Un saludo y te sigo leyendo, gracias por compartir!!!

  6. hola estoy a vuestro favor sobre las dietas cetocenicas yo la hago pero mi familia se me hecha encima estoy loca y no puedo hablar mucho esta todo oculto y no hago nada mas que discutir con ellos y es imposible hablar con ellos un abrazo

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