¿Cómo avanza la ciencia? Falsabilidad y paradigmas

¿Cómo avanza la ciencia? Falsabilidad y paradigmas

Karl R. Popper, padre del falsacionismo, el criterio de demarcación con el que regimos si una hipótesis es científica

La nutrición, a pesar del gran margen de especulación que a menudo se tiene, no deja de ser una ciencia como cualquier otra. Su evolución funciona o debería funcionar a través de criterios estrictamente científicos que deberían ser siempre revisados para asegurarse de que las evidencias en las que ciertas recomendaciones se basaron no han sido refutadas. Es algo que ha pasado, no me invento nada. El desarrollo científico nunca es sencillo y en ciencias de la salud siempre se es mucho más sensible a los distintos tipos de sesgo. Pero para hacer ciencia y entender una afirmación científica, también es necesario saber cómo funciona la misma.

Por eso, partiendo de la idea de que la nutrición es una ciencia y tiene la obligación de funcionar y ser entendida como tal, que junto con el Dr. Álvaro Campillo (no os perdáis su twitter @sumediconosabe ni su blog “Lo que su médico no sabe”), médico cirujano gastroenterólogo autor de libros como ”La verdad sobre la Dieta Dukan” o ”Alimentación para deportistas”, vamos a publicar en modo conjunto una serie de entradas en que trataremos el tema de la metodología científica (para lo que mi compañero es un verdadero experto), estadística y algunas nociones de epistemología. Tanto sus entradas como las mías serán publicadas en ambos blogs, yo me encargaré de los conceptos más generales y al Dr Campillo le dejaré que explique los asuntos más intrincados de la metodología. Espero que disfrutéis de esta primera parte.

El concepto de falsabilidad
Por herencia cultural, tendemos a pensar que una afirmación científica tiene que ser verificada. Pero conceptualmente la verificabilidad de una teoría como criterio científico es limitada, como afirmó Karl Popper, porque:
  1. Una teoría científica verificada aún podría ser errónea sin que lo supiéramos
  2. Limita la capacidad de predicción
  3. Limita la introducción de nuevas hipótesis 
Es por eso que para que la ciencia, una afirmación debería de ser no verificable sino falseable, además de tener además capacidad de predicción. Fijaos en la potencia del criterio de demarcación, para considerar que algo sea científico deberíamos ser capaces de pensar una situación en que ello se demostrara falso. Por ejemplo, podríamos hacer una afirmación científica: todos los cuervos son negros. 
Todos los cuervos son negros:
– ¿Se puede comprobar que es cierto siempre? 
                       NO    ⟹ Afirmación no científica según el criterio de verificabilidad
– ¿Se podría comprobar que para algunos casos no sería cierto?    
                       SÍ      ⟹ Afirmación científica según el criterio de la falsabilidad
Verificar que todos los cuervos son negros es en la práctica imposible, por lo que no es una afirmación científica si seguimos un criterio de verificabilidad, pero si lo seguimos por falsabilidad, es totalmente científico. Es por ello que una teoría no tiene que demostrar siempre que con toda fiabilidad es cierta, sino que no ha sido falseada. 

Los paradigmas científicos y el avance de la ciencia

“Considero a los paradigmas como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica”

Thomas Kuhn.

Según Karl Popper, padre del falsacionismo, las teorías científicas funcionarían a base de hipótesis que irían resistiendo la falsación y por tanto considerándose ciertas, hasta que apareciera un hecho científico que lo refutara, entonces la hipótesis se revisaría y así poco a poco iría avanzando la ciencia. Pero Hans Kuhn se dio cuenta de que ese mecanismo de avance de la cierta era demasiado simplista. Lo que él propuso fue que en realidad la ciencia funciona a base de paradigmas que son revisados por lo que él llamaba hipótesis ad hoc, hasta que la evidencia refutando la teoría es tan grande que se forma una crisis paradigmática y hay que hacer un cambio de paradigma científico con el que explicar un hecho medido. 

Mecanismo de las hipótesis Ad Hoc


Hipótesis científica y falseable:
Todos los cuervos son negros ⟹ Aparece un cuervo blanco ⟹ Hipótesis refutada ⟹ ¡Crisis!

¿Cómo resolvemos la crisis?
– Se trata de una excepción, la hipótesis sigue siendo válida
           Por ejemplo, se trata de una enfermedad genética, como el albinismo:
                      ⟹ ¡Hipótesis Ad Hoc! ⟹ El paradigma sigue vigente                  
– No se trata de una excepción sino que nuestra medida estaba equivocada
           Estábamos equivocados, estábamos mirando sólo a los cuervos de nuestra ciudad pero en la ciudad vecina son de otros colores además del negro
                     ⟹ Hay que revisar el paradigma científico ⟹ Los cuervos no tienen color definido

Este mecanismo de avance científico fue realmente revolucionario e hizo comprender en gran parte cómo funciona no sólo para pequeñas afirmaciones, sino para paradigmas (conjunto de afirmaciones y teorías científicas). A menudo veréis afirmaciones científicas que son ligeramente revisadas a base de aducir pequeñas excepciones, que no necesariamente han de ser incorrectas pero que en verdad no son más que pequeños parches para seguir salvando el conocimiento científico canónico. 
Falsabilidad en nutrición 

La nutrición, para ser considerada ciencia, debería tener un mecanismo semejante al de las demás ciencias que avanzara sujeto a la falsabilidad de las teorías, o entonces empezaría a ser considerada una pseudociencia como el psicoanálisis.

El problema viene cuando en ciencias no exactas como la nutrición a veces la cuestión se complica y existen formas distintas de afirmar. Supongamos que hemos oído muchas veces el dicho ese de ”Cría cuervos y te arrancarán los ojos” y entonces decidimos hacer la siguiente afirmación:

AFIRMACIÓN EN NEGATIVO:
Los cuervos son pájaros agresivos
      Criterio de demarcación  ⟹ ¿Es falseable?  ⟹ Podríamos encontrar un pájaro que no fuera agresivo (o que fuera pacífico)  ⟹ Afirmación científica

Pero entonces viene alguien y nos explica que lleva toda su vida criando cuervos y que nunca ha tenido ningún problema con esos animales y realiza la siguiente afirmación:

AFIRMACIÓN EN POSITIVO:
Los cuervos son pájaros pacíficos
      Criterio de demarcación  ⟹ ¿Es falseable?  ⟹ Podríamos encontrar un pájaro que no fuera pacífico (o que fuera agresivo) ⟹ Afirmación científica

Pero el criterio de demarcación funciona un poco como el sistema penal. Una afirmación científica es cierta hasta que se demuestre lo contrario. Eso significa que de las dos maneras tendríamos dos afirmaciones equivalentes una en positivo y otra en negativo haciendo una afirmación científica sobre lo mismo. En principio, como los hechos científicos son objetivos, el criterio del falsacionismo de Popper debería ser al final equivalente, bastaría estudiar una muestra de cuervos, criarlos y ver si como dice el dicho nos arrancarían los ojos o no.

Pero una vez damos un paso más allá y tenemos en cuenta el avance de la ciencia a través de paradigmas y las hipótesis ad hoc nos damos cuenta de que es muy importante el modo en que realizamos una afirmación científica:

AFIRMACIÓN EN POSITIVO: Los cuervos son pájaros pacíficos
      Falseamos la hipótesis: Encontramos un pájaro no pacífico (o violento)
               ⟹ Hipótesis ad-hoc : Aunque a veces los cuervos pueden ser violentos, en general son animales pacíficos
               ⟹ Los cuervos siguen siendo considerados pájaros pacíficos


AFIRMACIÓN EN NEGATIVO: Los cuervos son pájaros agresivos
      Falseamos la hipótesis: Encontramos un pájaro no violento (o pacífico)
               ⟹ Hipótesis ad-hoc : Aunque a veces los cuervos pueden ser pacíficos, en general son animales agresivos
               ⟹ Los cuervos siguen siendo considerados pájaros agresivos


El ciclo de crisis paradigmática e hipótesis ad hoc puede de hecho alargarse bastante, depende en general de cómo de aferrada esté la comunidad científica a una idea. Fijaos en que bajo los mismos criterio y las mismas pruebas, seguiría siendo científico afirmar que los cuervos son agresivos y que son pacíficos. Es por ello que es muy importante tener en cuenta cómo se hacen las afirmaciones científicas porque ello puede introducir un sesgo en una dirección. 
En nutrición existe un caso muy claro en que el modo en que realizamos la afirmación científica importa:
AFIRMACIÓN EN POSITIVO: Las dietas cetogénicas son saludables
      Falseamos la hipótesis: Se produce fallo renal en algunos pacientes
               ⟹ Hipótesis ad-hoc : Los riñones funcionaban mal previamente
               ⟹ Las dietas cetogénicas se siguen considerando saludables para individuos sanos


AFIRMACIÓN EN NEGATIVO: Las dietas cetogénicas son perjudiciales
      Falseamos la hipótesis: En individuos previamente sanos no aparecen enfermedades
               ⟹ Hipótesis ad-hoc : A largo plazo seguirían siendo perjudiciales
               ⟹ Las dietas cetogénicas se siguen considerando perjudiciales para individuos sanos
De esta manera, se asume que cierto tipo de dieta es perjudicial simplemente porque se ha definido de un modo negativo y a la hora de hacer afirmaciones negativas hay que ser muy cuidadoso. Cuando exigimos que una afirmación negativa sea falseada, estamos indirectamente exigiendo que la afirmación positiva sea verificable, lo cual hemos visto que no es científico. ¿Podemos realmente comprobar que todos los cuervos son negros? Cuando tenemos una muestra infinita es imposible, así que la única forma de hacer una definición científica es exigir que la afirmación en positivo sea falseable. Así que si no queremos que la nutrición sea una pseudociencia, habrá que replantearse y redefinir las afirmaciones científicas para evitar todo posible sesgo y aumentar su calidad científica.
Paradigmas en nutrición
Ya os hablé hace un tiempo de la llamada hipótesis de los lípidos. Básicamente, a base de algunos trabajos científicos realizados en los 60 y 70, se culparon (principalmente gracias a Ancel Keys) a las grasas como las generadoras de las enfermedades cardiovasculares, mientras que otros (Cleaver y Yudkin) culparon a los hidratos y más específicamente a la glucemia que estos provocaban. 

Cada una de estas hipótesis sería entonces un paradigma. A medida que las investigaciones han ido avanzando se han ido modificando estas hipótesis iniciales, como por ejemplo que la grasa monoinsaturada (ácidos grasos oleicos, como el aceite de oliva virgen) resultaba ser en verdad protectora y que en verdad era la grasa saturada, luego se vio que la poliinsaturada en ciertos casos (exceso de omega-6 y defecto de omega-3) podría acabar también formando problemas cardiovasculares y que además la grasa saturada no parecía ser un factor en la alimentación que provocara enfermedades cardiovasculares. Aún así el paradigma de los lípidos sigue vigente a base de hipótesis ad hoc, se sigue pensando que las grasas saturadas pueden provocar enfermedades en muchos casos y las grasas trans artificiales sobre todo resultan ser el gran ejemplo. Somos muchos los que pensamos que este paradigma tiene tantas hipótesis ad hoc a sus espaldas que probablemente deberíamos dejar de considerarlo cierto y pasar a otra cosa.

De la misma manera, el paradigma de los hidratos tampoco se salva de los parches, la explicación de ciertas poblaciones con alta cantidad de hidratos en su alimentación y alta glucemia que no desarrollan enfermedades cardiovasculares se ha ido justificando con adaptaciones genéticas (¡son cuervos albinos!). Aún así vale la pena mencionar la existencia de un tercer paradigma, la hipótesis de la inflamación sistémica, que postula que ciertos alimentos para los que se cree no estamos enteramente adaptados provocan síntomas inflamatorios en todo nuestro cuerpo, estresando nuestro sistema y provocando las enfermedades metabólicas (incluyendo las cardiovasculares, endocrinas y ciertas formas de cáncer). 

14 comentarios en “¿Cómo avanza la ciencia? Falsabilidad y paradigmas

  1. Mucho me temo que en nutrición no existen las macroteorías integradoras. Una macroteoría integradora es, por ejemplo, la relatividad general en el ámbito de la física. En el ámbito de la química y de la biología, así como de la fisiología, que son las disciplinas en las que se deberían basar, hay muchas más magnitudes que en física. Por ejemplo, en la teoría de la relatividad o en la mecánica clásica, tomamos como magnitudes básicas el espacio, el tiempo y la materia. Sólo 3 magnitudes. La energía se puede transformar en materia y viceversa (al menos en la mecánica relativista). El trabajo supone la realización de una fuerza a lo largo de un espacio. El impulso supone una fuerza a lo largo de un tiempo.

    En nutrición no hay 3 variables básicas. Hay muchas más. Y ya no digamos las variables derivadas. Por tanto, construir una macroteoría como en la física es prácticamente imposible. Se pueden hacer compendios del estado de conocimientos de cada época, en los aspectos donde existe más consenso. Pero un compendio no es una teoría. A menudo, muchos de los conocimientos compendiados no están unidos por un mismo hilo.

    Además, en nutrición se estudian mucho las correlaciones estadísticas. Lleva mucho más tiempo descubrir una causa que una correlación estadística. Una correlación estadística no es ciencia, una teoría causal sí lo es. Puede ser verdadera o falsa, pero en todo caso es científica al modo del que hablaba Popper. En cambio, las correlaciones estadísticas, si bien nos dan indicios de por donde dirigir los pasos, no constituyen una teoria científica, sino un conjunto de hechos. Los enunciados que contienen correlaciones estadísticas (por ejemplo, las que relacionan el cociente TG/HDL con la incidencia de accidentes cardiovasculares, como has indicado en alguna ocasión en el blog) no son enunciados científicos, sino un conjunto de enunciados particulares que recogen hechos experimentales. Una tirada de moneda o de un dado es un hecho. Si después de 1000000 de tiradas de moneda o de dado, tenemos un 50,1% de caras, o un 0,1666663% de seises, estaremos ante un porcentaje muy próximo al que cabía esperar de una moneda y/o un dado simétrico. Pero al final, lo que nos permite construir una teoría científica -en el sentido estricto de la palabra- es la observación de las singularidades del objeto dado, o del objeto moneda. Los datos de las tiradas no nos dirán nada, porque en 1.000.000 de tiradas, entra dentro de lo posible que salgan 900.000 caras, si bien es poco probable. Pero si es el caso que salen 900.000 caras y observamos que la moneda es simétrica, ¿qué hacemos? La probabilidad de un evento la determina las características físicas del dado o la moneda, y la incertidumbre sobre las condiciones iniciales. Los datos estadísticos de 1000.000 de tiradas, sólo son un indicio.

  2. QUE OPINAIS DE ESTO
    Una dieta rica en proteínas, tan peligrosa como el tabaco
    Un estudio revela que un exceso de proteínas de origen animal multiplica las probabilidades de padecer cáncer
    06.03.2014 | 11:39
    Una dieta abundante en carne, leche y queso puede ser tan perjudicial como el tabaco. REUTERS
    Investigadores de la Universidad del Sur de California-Davis, en Estados Unidos, han visto que el consumo de una dieta rica en proteínas de origen animal en la mediana edad provoca cuatro veces más probabilidades de morir por cáncer que una persona con una dieta baja en proteínas, una factor de riesgo de mortalidad comparable a fumar.
    Según se desprende del estudio, realizado en una amplia muestra de adultos durante casi dos décadas y publicado en 'Cell Metabolism', la dieta alta en proteínas durante la mediana edad provoca casi el doble de probabilidades de morir y cuatro veces más probabilidades de fallecer por cáncer, pero la ingesta moderada de este tipo de proteínas es buena para las personas una vez superados los 65 años.
    "La cuestión no es si una determinada dieta te permite sentirse bien durante tres días, sino si te ayudará a vivir hasta los cien años", subraya el autor del análisis, Valter Longo, profesor de Biogerontología en la Escuela de Gerontología la USC Davis y director del Instituto de Longevidad del mismo centro universitario.
    No sólo es el consumo excesivo de proteínas está vinculado a un aumento espectacular de la mortalidad por cáncer, pero la gente de mediana edad que come gran cantidad de proteínas de origen animal, incluyendo la carne, la leche y el queso, también son más susceptibles a una muerte temprana, en general.

  3. Hola Álvaro, soy Marta y en alguna ocasión te he escrito y me has respondido divinamente!!!:). Tengo unas dudillas. En tus libros hablas del dr Coy, que recomienda tomar 1 gr/kg y día de hidratos de carbono, quiero adelgazar, entonces si yo peso 130kg me parecen demasiados gramos de hidratos los que tengo que tomar ¿no es cierto? ¿tendría quizá que tomar los gramos correspondientes a mi peso ideal que son entre 65 y 70 kg? y ¿en cuanto a proteínas? ¿cuánto debería tomar al día? porque puedes estar en cetosis y si te pasas de proteínas y grasas no adelgazar no? voy a seguir tu dieta, te pido por favor que me aconsejes las cantidades diarias de grasas, hidratos y proteínas.Muchísimas gracias por adelantado, eres todo un fenómeno!!!
    Marta

  4. MAS LEÑA AL FUEGO:
    Las personas que toman más proteínas animales tienen más probabilidad de padecer diabetes :: El Médico Interactivo ::
    :: El Médico Interactivo :: Las personas que toman más proteínas animales tienen más probabilidad de padecer diabetes

    Las personas que toman más proteínas animales tienen más probabilidad de padecer diabetes

    23/04/2014 – E.P.
    Según los resultados del estudio cada 10 gramos adicionales de proteína que las personas consumían al día estaba vinculado a un 6 por ciento de mayor probabilidad de desarrollar diabetes

    Un equipo de investigadores de la Universidad Wageningen (Países Bajos), han descubierto que las personas que toman una mayor cantidad de proteína animal tienen más probabilidades de ser diagnosticados con diabetes, según un estudio realizado en adultos europeos que ha sido publicado en 'Diabetes Care'.
    En concreto, los investigadores han seleccionado a 11.000 individuos que desarrollaron diabetes tipo 2 y 15.000 personas sin diabetes y han determinado que las que tomaban unos 78 gramos diarios tenían un 22 por ciento más de posibilidades de desarrollar diabetes que los que tomaban la cantidad más baja, unos 36 gramos al día.
    Al dividir los participantes en 5 grupos basados en cuántas proteínas tomaban, los investigadores encontraron que aquellos que ingerían más, o alrededor de 111 gramos por día, tenían un 17 por ciento más de posibilidades de desarrollar diabetes que aquellos que tomaban menos, o alrededor de 72 gramos al día. Además, la relación entre el riesgo de diabetes y la proteína animal era más alta en las mujeres obesas.
    Los investigadores examinaron datos de un extenso estudio anterior en adultos realizado en 8 países europeos que se extendió durante 12 años. El estudio recolectó datos de la dieta, actividad física, peso, altura y circunferencia de la cintura de los participantes, para después observar quién desarrollaba diabetes.
    El estudio no asignó de un modo aleatorio a los participantes a comer distintas cantidades de proteínas, sino que comparó las dietas de las personas que desarrollaron diabetes y las de las que no la desarrollaron.
    En general, los adultos del estudio comían habitualmente unos 90 gramos de proteínas por día. Aquellos que comían más tendían a tener una mayor relación peso-altura y a comer más fibra y colesterol que aquellos que tomaban menos proteínas.
    Después de tener en cuenta otros factores de riesgo de la diabetes, cada 10 gramos adicionales de proteína que las personas consumían cada día estaba vinculado a un 6 por ciento de mayor probabilidad de desarrollar diabetes.

  5. MAS SOBRE DIETAS:
    EN 'ANNALS OF INTERNAL MEDICINE'
    La dieta mediterránea reduce el riesgo de diabetes sin restricción calórica, práctica de ejercicio o pérdida de peso
    Los pacientes con alto riesgo de enfermedades cardiacas que siguen una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra no necesitan restringir calorías, aumentar el ejercicio o bajar de peso para prevenir la diabetes.

    Redacción | 07/01/2014 00:00

    ¡vota! 0 comentarios imprimir Imprimir|tamañoDisminuir TextoAumentar Texto
    Los cambios en el estilo de vida que inducen la pérdida de peso han demostrado que disminuyen la incidencia de diabetes hasta un 50 por ciento. Los investigadores de este trabajo, publicado en Annals of Internal Medicine, trataron de determinar si seguir una dieta mediterránea podría reducir la incidencia de diabetes sin tener en cuenta las calorías, aumentar el ejercicio físico o la pérdida de peso.

    En el estudio se asignó aleatoriamente a 3.500 adultos mayores sin diabetes y con alto riesgo de enfermedad cardiovascular a una dieta mediterránea suplementada con AOVE o frutos secos o una dieta control baja en grasas. Los del grupo de dieta mediterránea comían principalmente frutas, verduras, cereales integrales y pescado y sus dietas eran ricas en grasas de AOVE o frutos secos.

    A los participantes del grupo de control se les indicó que redujeran la ingesta de grasas en la dieta de todas las fuentes. Los dietistas proporcionaron sesiones periódicas de capacitación para ayudar a los pacientes a cumplir con sus dietas y los individuos en los tres grupos no estaban obligados a restringir la ingesta de calorías o aumentar la actividad física.

    Después de cuatro años, los participantes que siguieron las dietas mediterráneas tuvieron una reducción sustancial en el riesgo de diabetes tipo 2 en comparación con aquellos del grupo control. Así, los científicos concluyen que la dieta mediterránea puede tener implicaciones para la salud pública en cuanto a la prevención de la diabetes.

  6. Sugiero, sin que se tome esto como una publicidad ni mucho menos, la lectura del reciente libro del renombrado neurólogo David Perlmutter "The surprising truth about wheat, carbs and sugar – Your barin´s silent killers", traducido al castellano como "Cerebro de Pan"; en el se describen con sustento científico, los efectos nocivos (por no decir devastadores) del trigo, el azúcar y los carbohidratos en el cerebro. Obviamente que si Álvaro lo lee y hace una crítica del mismo, esta tendrá mayor calidad por su condición de especialista.
    Saludos a todos.

  7. CARDIOPATÍA ISQUÉMICA E ICTUS
    El consumo de fruta reduce un 40% el riesgo cardiovascular

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    El consumo diario de fruta reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) hasta en un 40 por ciento, según un estudio presentado este lunes en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés), que se celebra en Barcelona. Los resultados de los siete años de seguimiento de casi medio millón de personas en el 'China Kadoorie Biobank' encontraron que cuanta más fruta come una persona, más disminuye su probabilidad de sufrir una de estas patologías.

    La experta que presentó los resultados de la investigación, el doctor Du Huaidong, de Oxford, Reino Unido, explica: "ECV, incluyendo la cardiopatía isquémica (CI) y el accidente cerebrovascular, es la principal causa de muerte en el mundo. Mejorar la dieta y el estilo de vida es fundamental para rebajar el riesgo de enfermedad cardiovascular en la población general, pero la gran mayoría de esta evidencia ha venido de países de occidente y casi ninguna de China".

    Y añade: "China tiene un patrón diferente de las enfermedades cardiovasculares, con el accidente cerebrovascular como la principal causa en comparación con los países occidentales, donde la CI es más frecuente. Estudios previos han combinado la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular hemorrágico debido probablemente al número limitado de casos de ictus en sus conjuntos de datos. Dados los diferentes factores fisiológicos y de riesgo, hemos llevado a cabo el primer gran estudio prospectivo sobre la asociación de la fruta con los subtipos de ictus en adultos chinos de las zonas rurales y urbanas".

    El estudio actual incluyó a 451.681 participantes sin antecedentes de ECV y sin tratamiento antihipertensivo en la línea base del 'China Kadoorie Biobank' realizado en diez áreas diferentes de China, cinco rurales y cinco urbanas. El consumo habitual de fruta se registró al inicio del trabajo en función de cinco categorías: nunca, mensual, entre uno y tres días por semana, de cuatro a seis días semanales y todos los días.

    Durante el periodo de seguimiento de siete años, hubo 19.300 casos de CI y 19.689 accidente cerebrovascular (14.688 isquémicos y 3.562 hemorrágicos). Aproximadamente, el 18 por ciento de los participantes consumía fruta diariamente y el 6,3 por ciento, nunca tomaba fruta. La cantidad media de fruta consumida por los consumidores diarios fue de 1,5 porciones (alredecor de 150 gramos).

    Los científicos descubrieron que en comparación con los individuos que nunca comieron fruta, los que sí la tomaron diariamente redujeron su riesgo de ECV entre un 25 y un 40 por ciento (en torno al 15 por ciento de CI, alrededor del 25 por ciento para el ictus isquémico y un 40 por ciento para el accidente cerebrovascular hemorrágico). Se observó una relación dosis-respuesta entre la frecuencia de consumo de frutas y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
    http://www.infosalus.com/nutricion/noticia-consumo-fruta-reduce-40-ciento-riesgo-enfermedades-cardiovasculares-20140901163134.html

  8. Cambios en la microbiota para prevenir el cáncer colorrectal
    Investigadores de la Universidad Técnica de Múnich estudian la independencia entre la obesidad y el efecto de la dieta rica en grasa sobre la progresión de los tumores intestinales.
    Redacción. Madrid | 01/09/2014 00:00
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    Las dietas ricas en grasa promueven el crecimiento de tumores intestinales al provocar cambios en la microbiota, según demuestra un estudio en un modelo murino que se publica en Nature. Esta asociación se ha observado en animales con una predisposición genética a este tipo de tumores y los autores del trabajo creen que sus hallazgos plantean la posibilidad de diseñar intervenciones dietéticas encaminadas a modular la microbiota para reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
    El vínculo entre la obesidad y las dietas ricas en grasa con los cánceres gastrointestinales ha sido ampliamente estudiado, pero todavía se desconoce en gran medida cómo inducen la aparición del cáncer estos factores.
    Melek Arkan, de la Universidad Técnica de Múnich, y sus colaboradores comprobaron que el efecto de la dieta rica en grasa sobre la progresión de los tumores intestinales es independiente de la obesidad. Ese tipo de alimentación, junto con la presencia del gen Kras (G12Dint), provoca un cambio en la composición de la microbiota intestinal que reduce la respuesta inmune frente al crecimiento tumoral.
    El tratamiento con antibióticos o con butirato -investigado como agente capaz de alterar la composición bacteriana y las funciones inmunes- logró atenuar la progresión tumoral.
    Los responsables del estudio consideran que sus resultados ponen de manifiesto la complejidad de las interacciones entre la dieta, la microbiota, la respuesta inmune y el cáncer. Y, lo que es más importante, ofrecen nuevas vías de investigación en la prevención del cáncer.

  9. MÁS PROTECCIÓN FRENTE A LOS TUMORES MÁS AGRESIVOS
    La dieta mediterránea puede reducir hasta un 30% el riesgo de cáncer de mama
    Investigadores del Instituto de Salud Carlos III y el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) han realizado un estudio epidemiológico que demuestra que LA DIETA MEDITERRÁNEA, RICA EN PESCADO, VERDURAS, FRUTAS O LEGUMBRES, PUEDE REDUCIR HASTA UN 30 POR CIENTO EL RIESGO DE DESARROLLAR CÁNCER DE MAMA.
    En su trabajo, cuyos resultados publica la revista 'British Journal of Cancer', analizaron los patrones alimenticios de más de 2.000 mujeres y observaron que esta dieta es especialmente beneficiosa para los tumores mamarios más agresivos, los triple-negativos, para los que de momento no existe un tratamiento quimiopreventivo.
    Además, han evidenciado también que la dieta occidental –basada en UN ALTO CONSUMO DE PRODUCTOS GRASOS, DULCES Y BEBIDAS CALÓRICAS– ES "LA MAS PERJUDICIAL" PARA ESTOS TUMORES, YA QUE PUEDE AUMENTAR EN TORNO A UN 40 POR EL CIENTO EL RIESGO DE DESARROLLARLOS, según ha explicado Marina Pollán, investigadora del Centro Nacional de Microbiología del Carlos III que ha coordinado el estudio.
    En el trabajo han participado un total de 23 unidades de Oncología de hospitales españoles que se encargaron de reclutar a 1.017 pacientes ya diagnosticadas con este tumor y de unos 50 años de media, y otras 1.017 mujeres sanas de edades similares.
    Todas ellas se sometieron a un riguroso cuestionario en el que tenían que detallar al máximo la alimentación que habían seguido en los últimos cinco años. En total se tuvieron en cuenta un centenar de marcadores, lo que sirvió para definir tres patrones de dieta diferentes.
    La calificada como dieta mediterránea se caracterizaba por un consumo variado de pescado, verduras, legumbres, patatas, frutas y aceite de oliva, y por un bajo consumo de zumos y bebidas calóricas. Y en la medida que cumplían más con este patrón, menor era el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
    Lo contrario sucedió con las mujeres que seguían una dieta más "occidental", como la han calificado los autores del estudio, caracterizada por un alto consumo de productos grasos, carne procesada, dulces y bebidas calóricas, y un bajo consumo de cereales. En estos casos, el riesgo de desarrollar cáncer de mama podía aumentar hasta en un 40 por ciento.
    Los investigadores distinguieron un tercer patrón alimenticio, que calificaron como dieta "prudente", basado en un consumo de productos bajos en grasa, frutas, verduras y zumos. Pero en estos casos, no se ha podido constatar que esté relacionada con una mayor o menor probabilidad de desarrollar estos tumores a pesar de consumir menos grasa.
    TAMBIÉN HAY GRASAS BUENAS
    "Esto podría determinar que la grasa 'per se' no es un factor determinante de riesgo de estos tumores", según reconoce Pollán, que ha recordado además la necesidad de distinguir entre GRASAS 'BUENAS', ENTRE LAS QUE SE PODRÍA INCLUIR EL ACEITE DE OLIVA, O LAS GRASAS 'MALAS' COMO LAS TRANS, PRESENTES EN BOLLERÍA INDUSTRIAL.
    En el estudio se hizo un análisis pormenorizado por grupos de alimentos pero no ha habido "ningún alimento que genere por si solo un efecto tan importante como para provocar cambios sustanciales", ha añadido esta investigadora.
    Asimismo, en el trabajo se analizaron los efectos positivos o negativos de dichas dietas en los diferentes subtipos de estos tumores y vieron que en el caso de los triple-negativos la protección de la dieta mediterránea era mayor.
    UNA CIRCUNSTANCIA QUE, COMO HA RECONOCIDO EL PRESIDENTE DE GEICAM, MIGUEL MARTÍN, PODRÍA EXPLICAR POR QUÉ ESTOS TUMORES SON MENOS FRECUENTES EN ESPAÑA, DONDE SOLO REPRESENTAN AL 12 POR CIENTO DE LOS CASOS DE CÁNCER DE MAMA, LA MITAD QUE EN OTROS PAÍSES COMO ESTADOS UNIDOS, DONDE SU INCIDENCIA ASCIENDE A MÁS DEL 20 POR CIENTO.
    PUEDE REDUCIR EL RIESGO DE OTROS TUMORES

  10. Confirmado el efecto de la dieta mediterránea sobre la longevidad
    R. I.@abc_salud / MADRID
    DÍA 03/12/2014 – 23.14H
    Un estudio demuestra que parece proteger el acortamiento de los telómeros, estructuras cromosómicas ligadas con el envejecimiento
    Confirmado el efecto de la dieta mediterránea sobre la longevidad
    FOTOLIA
    El aceite de oliva virgen es un componente básico de la dieta mediterránea
    La dieta mediterránea se ha relacionado constantemente con una serie de beneficios para la salud, incluyendo la disminución del riesgo de enfermedades crónicas y cáncer. Ahora un equipo de investigadores del Hospital Brigham y de Mujeres en Boston (EE.UU.), ha descubierto que una mayor adherencia a este tipo de alimentación se asocia con telómeros más largos.

    Los telómeros son estructuras en los extremos de los cromosomas que protegen a las células y se van acortando a medida que el organismo envejece. El símil más utilizado para explicar cómo actúan los telómeros es la de los protectores de plástico que se colocan en el extremo del cordón de los zapatos para evitar que se deshilachen. Los telómeros, como los plásticos de los cordones, protegen el final de los cromosomas para evitar su deterioro cuando las células se dividen.

    Se cree que los telómeros son importantes ya que su acortamiento se asocia con enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como el cáncer, o patologías cardiovasculares, aunque todavía hoy no está claro si medir la longitud de los telómeros en humanos pueda predecir la longevidad humana y la «edad biológica».

    Promueve la salud
    Se sabe además que el estrés y la inflamación aceleran el acortamiento de los telómeros y se especula que la adherencia a la dieta mediterránea puede ayudar a amortiguar este recorte de los telómeros. Ahora estos resultados parece llegar a esta conclusión: «nuestros resultados apoyan aún más las ventajas de adherirse a la dieta mediterránea para promover la salud y la longevidad», señala la autora principal del trabajo, Immaculata De Vivo.

    Los investigadores han analizado analizaron a 4.676 mujeres sanas que formaban parte del Nurses' Health Study. A todas ellas se les midió la longitud de sus telómeros y se les hizo un cuestionario sobre su consumo de alimentos. Y los resultados que una mayor adherencia a la dieta mediterránea e, incluso, pequeños cambios en la dieta, se asociaba con telómeros más largos.

    «Nuestros resultados demuestran que la alimentación saludable, en general, se asocia con telómeros más largos. Sin embargo, la asociación más fuerte se observó entre las mujeres seguían el patrón mediterráneo», explica la investigadora española Marta Crous-Bou, autora del trabajo que se publica en «British Medical Journal».

    Todos los alimentos
    Un dato muy importante del trabajo es que ninguno de los componentes individuales de la dieta se asoció con la longitud de los telómeros, lo que subraya la importancia de examinar los hábitos alimentarios en conjunto.

    «Hasta donde sabemos, este es el mayor estudio poblacional que ha abordado específicamente la asociación entre la adherencia a la dieta mediterránea y la longitud de los telómeros en mujeres sanas de mediana edad –escriben los investigadores en un comunicado-. Nuestros resultados apoyan más los beneficios del patrón mediterráneo para la promoción de la salud y la longevidad».

    Una dieta mediterránea, añade Peter Nilsson en un editorial que acompaña al trabajo del «BMJ», es la «piedra angular» para la prevención de las enfermedades cardiovasculares a través de la dieta. Según Nilsson, profesor de la Universidad de Lund (Suecia), el hecho de que también se vincule con un biomarcador de envejecimiento más lento resulta «tranquilizador».

    Para el futuro sugiere un análisis en profundidad de los genéticos de fondo, que probablemente podría explicar parte de la variación en la relación entre los hábitos alimentarios y la longitud del telómero, y que los futuros estudios «tengan en cuenta la posibilidad de interacciones entre los genes, la dieta y el sexo».

  11. BIOMEDICINA Y SALUD: Ciencias clínicas

    Demuestran en ratas que la dieta Dukan aumenta el riesgo de problemas de riñón
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    Científicos de la Universidad de Granada advierten de la necesidad de controlar las dietas hiperproteicas, como la famosa dieta de Pierre Dukan, ya que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades renales a largo plazo y empeoran los marcadores urinarios y morfológicos del riñón. Así lo afirma un reciente estudio realizado por estos expertos y llevado a cabo en ratas.
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    UGRdivulga | 07 enero 2014 12:12

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    El grupo Fisiología Digestiva y Nutrición de la Universidad de Granada, al que pertenecen los científicos que han realizado este trabajo. / UGRdivulga

    Las dietas hiperproteicas, como la famosa dieta dukan, aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades renales a largo plazo y empeoran los marcadores urinarios y morfológicos del riñón.

    Entre las patologías que pueden provocar destaca la nefrolitiasis (cálculos renales o piedras en el riñón), debido a una disminución drástica del citrato urinario (un inhibidor de la cristalización de sales de calcio), un aumento del calcio urinario (para compensar la acidez metabólica que provoca el exceso de proteína) y a un descenso del pH de la orina.

    Entre las patologías que pueden provocar las dietas altas en proteínas destaca la nefrolitiasis, es decir los cálculos renales o piedras en el riñón
    Así lo han demostrado científicos de la Universidad de Granada (UGR), quienes a través de un experimento llevado a cabo en ratas examinaron los efectos de una dieta hiperproteica sobre parámetros renales plasmáticos, urinarios y morfológicos.

    Para llevar a cabo este experimento, los investigadores trabajaron con 20 ratas Wistar, que se dividieron en dos grupos de 10.

    El primero de ellos consumió una dieta hiperproteica (en la que el nivel de proteína representaba el 45% de los nutrientes ingeridos) mediante la administración de suplementos de hidrolizados proteicos comerciales, mientras que el otro grupo actuó como control y siguió una dieta normoproteica.

    Los científicos realizaron este experimento con ratas durante 12 semanas, lo que equivaldría a años en humanos.

    Un 10% menos de peso

    Los resultados demostraron que las ratas que siguieron una dieta hiperproteica perdieron hasta un 10% de peso corporal en este tiempo, pero sin que se produjera una mejora paralela en el perfil de lípidos en plasma. Además, el citrato urinario de estas ratas fue un 88% inferior, y el pH urinario, un 15% más ácido.

    Las ratas que siguieron una dieta hiperproteica perdieron hasta un 10% de peso corporal en este tiempo
    Además, el peso del riñón de los animales sometidos a una dieta hiperproteica aumentó un 22%, y también se incrementaron en un 13% el área glomerular (el glomérulo es la red de capilares de filtrado de sustancias en el riñón) y un 32% el área mesangial (matriz de colágeno que sostiene a ese glomérulo).

    A la luz de los resultados de este trabajo, su autora principal, Virginia Aparicio García-Molina, afirma que es necesario “realizar un control exhaustivo” de aquellas personas que se someten a una dieta hiperproteica, como es el caso de la dieta propuesta por Pierre Dukan, “ya que los efectos adversos que pueden tener sobre su salud a largo plazo son importantes”.

    La investigadora advierte asimismo que los efectos negativos que las dietas hiperproteicas tienen sobre el riñón dependen también de la presencia de otros nutrientes en la dieta. “El consumo elevado de frutas y verduras hace que el riesgo de que se formen cálculos renales sea menor, algo que probablemente se deba al alto contenido de potasio y magnesio de estas, que compensan la acidez de la dieta alta en proteínas”, concluye Aparicio.

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